Se vende
>> jueves, 15 de octubre de 2009
Una casa en construcción. Es sólo el esqueleto gris del encofrado. La rodea una valla metálica. Una joven pareja está junto a ella. Él abraza a la chica con fuerza por la espalda, la besa cerca de la oreja, le dice allí palabras de ánimo y esperanza mientras ella termina de fijar el cartel con el reclamo y el número de teléfono. Sueño dulce. No pudo ser.
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4 comentarios:
Bueno, igual no era el momento... Imagino el dolor... Ese "no pudo ser" parece una frase triste. De todas formas, no se acaba el mundo ahí. En alguna otra parte, seguro que hay un cartel de "se vende bonita casa con vistas al mar" y, despues, todo queda atrás, muy atrás...
Dice la frase: No llores porque ya se terminó, sonríe porque sucedió.
El mundo está lleno de casas que esperan ser habitadas por un sueño dulce.
Muy bueno, Manuel.
Un abrazo de horizonte.
Querida Mercedes:
¿Acaso no hay también una dulce belleza en lo que se pierde, en lo que va, en lo que no llega a ser? ¿Tal vez está hecho de la misma materia en la que fundas tu positivismo?
Besos.
Sin duda, Manuel. La belleza está allí donde nuestros ojos se posan dejándose seducir.
El horizonte travieso, ese que a cada paso escapa como pez entre los dedos, pudiera brindarnos la oportunidad de agudizar el ingenio y "jugar" a tocarlo. Y, quién sabe... No hay nada imposible, de eso no me cabe la menor duda.
Un abrazo de viernes con poema redondo (el Universo es un círculo perfecto).
"Se va alejando...
Cada vez está más cerca su regreso"
Nunca hay que forzar nada, lo que se va o no llegamos a alcanzarlo, también tiene su plenitud. Porque es parte de la vida.
Un beso.
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