De niña me gustaban mucho las amapolas, mi madre me regañaba por que me ensuciaba las manos con ellas. Había un juego que consistía en coger los capullos aún sin abrir y adivinar el color que tendrían. Gallo, gallina o pollito si era rojo, rosáceo o blanco respectivamente. Tus fotos, tan hermosas, me lo han recordado.
He visto tu comentario en un blog que visitamos en común. Me ha llamado la atención lo de Mágina. Te diré que esta Semana Santa he estado por Úbeda y Baeza, Mágina la divisé a los lejos. Preciosa tierra.
4 comentarios:
Hermoso homenaje a una flor tan sencilla. Visualmente es una de las más bonitas. Que tristes serían los campos sin ellas.
Un saludo :)
De niña me gustaban mucho las amapolas, mi madre me regañaba por que me ensuciaba las manos con ellas. Había un juego que consistía en coger los capullos aún sin abrir y adivinar el color que tendrían. Gallo, gallina o pollito si era rojo, rosáceo o blanco respectivamente. Tus fotos, tan hermosas, me lo han recordado.
Un abrazo
Hola ¿Qué tal?
He visto tu comentario en un blog que visitamos en común.
Me ha llamado la atención lo de Mágina.
Te diré que esta Semana Santa he estado por Úbeda y Baeza, Mágina la divisé a los lejos.
Preciosa tierra.
Saludos cordiales.
Hola ¿Qué tal?
Pasaba a ver que novedades había por Mágina y a dejarte el deseo de que pases una buena semana.
Un abrazo de Alhena
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