Dile a esa flor, que cuando caiga la noche, no desvanezca, que amanecerá de nuevo para ser tan preciosa como lo es ahora. Lúcida y clara, con una silueta perfecta y natural.
Me gusta así, tal y como es ...; de frutos y promesas no quiero comentar nada.
Como el rojo de esa preciosidad de imagen, llega a las retinas, así tu frase, llega al fondo de un corazón tan cansado que a veces se olvida de recordar lo necesario que es el volver a formular promesas con la inocencia de aquel niño que fuimos.
4 comentarios:
Dile a esa flor, que cuando caiga la noche, no desvanezca, que amanecerá de nuevo para ser tan preciosa como lo es ahora. Lúcida y clara, con una silueta perfecta y natural.
Me gusta así, tal y como es ...; de frutos y promesas no quiero comentar nada.
Saludos Manuel.
Hola, Manuel:
Lo pasé muy bien ayer en el Taller de Ramón y me encantó conocerte :)...
Le he enviado las fotos a Ramón para que haga los correspondientes envios...
De todas formas, en mi blog he publicado una pequeña crónica del Taller:
http://marsolana.blogspot.com/2010/06/arrivamos-buen-puerto.html
Espero que te guste.
Besos.
PSD: ¿Saliste por fin a disfrutar la noche Madrileña :)?
Gracias, Lou. Mi modesta poesía tamizada por la tuya es un lujo.
Gracias, Mar. Te agradezco esta visita y el rato tan bueno que pasamos.
Como el rojo de esa preciosidad de imagen, llega a las retinas, así tu frase, llega al fondo de un corazón tan cansado que a veces se olvida de recordar lo necesario que es el volver a formular promesas con la inocencia de aquel niño que fuimos.
Un fuerte abrazo.
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